Sonido e imagen: el co-fundador de X Japan Yoshiki se sienta encima de su piano durante un concierto en la Expo Mundial Asiática el 4 de noviembre. La banda es pionera en un popular estilo de música llamado visual-kei en Japón. Foto AP.
Yoshiki de X Japan busca una segunda llegada.
Por DANIEL ROBSON
Redactor del staff.
La escena es el
salón de un hotel de lujo. En un escenario en el centro de la habitación se
encuentran ubicados dos pianos transparentes como el cristal, enfrentados uno
al otro y un micrófono. En el círculo alrededor del escenario, mirando hacia el
interior: la audiencia. Regresaremos a ellos en un minuto. Un octeto y una
banda de apoyo ocupan los sub-escenarios en paredes opuestas, pero nadie los
está viendo; la mirada de todos está fija en el hombre que está en el piano y
el hombre con el micrófono. Ellos son Yoshiki y Toshi de X Japan.
Si, mientras el
hábitat natural de los pioneros del visual-kei
-ahora de mediana edad- es el estadio, Yoshiki Hayashi y Toshimitsu
"Toshi" Deyama algunas veces actúan en espectáculos altamente
lucrativos. Éste, fue celebrado hace unos pocos meses en el hotel Tokyo Prince
Park Tower, y fue para una audiencia de solo mil personas. Una pequeña fracción
de la capacidad del Tokyo Dome de 45.000 espectadores que son los que
normalmente X Japan entretiene.
Para el
privilegio de una audiencia íntima con estas, normalmente, estrellas visuales
del hard-rock – Toshi canta con el alma mientras que Yoshiki alterna entre los
pianos, asegurándose que todo el mundo pueda tener un vistazo de ellos – estos fans acérrimos, quienes han
crecido con la banda y que son ahora pertenecientes a la clase media con
dinero, desembolsillaron entre ¥45,000 y ¥100,000 por entrada. Utilizan trajes
de etiqueta y vestidos de noche. Después de todo, los fans del visual-kei disfrutan
cualquier excusa para vestirse.
“Si siempre tocas frente a 100.000
personas, se te olvida lo afortunado que eres”, dice el baterista, pianista,
escritor y co-fundador de X Japan, Yoshiki, uno de los rockeros más exitosos e
influyentes en Japón, cuando hablamos en una habitación adyacente después del
show. Casi habla inglés a la perfección ya que ha vivido en Los Ángeles por muchos
años. Se mudó para allá luego que X Japan se separara en 1997, aunque la banda
se volvió a reunir después de una década.
“Cuando nos separamos, dimos todo por hecho”, dice. “Luego, cuando nos
reunimos después de ese descanso de 10 años, nos dimos cuenta de lo afortunados
que somos por tener todos estos fans”.
En Japón, Yoshiki no puede caminar por la calle sin ser asediado por la
multitud: su piel tan suave como la de un bebé, el perfecto peinado de
peluquería y sus siempre presentes lentes oscuros lo delatan en un instante (incluso al tener ya cuarenta y tantos,
Yoshiki no se vería fuera de lugar en una película de “Crepúsculo”). Una vez le
dijo a un periodista que él se había mudado a L.A. porque extrañaba salir a
comprar helados. Pero igual, aquí está él, con el reformado X Japan, tratando
de romper a los Estados Unidos (musicalmente hablando); de alcanzar la fama
mundial; y de tirar a la basura su anonimato una vez más.
“Me encanta el reto”, comenta acerca del tour mundial X Japan 2011, al
tocar en sitios “pequeños” que alberguen
entre 2000 y 6000 fans en lugares donde el grupo no haya tocado antes de que se
separaran, en Gran Bretaña, Suramérica, Asia y los Estados Unidos.
Casi 30 años después de su creación, X Japan esta básicamente comenzando de
cero en esos mercados. Pero a Yoshiki le encanta la atención, y a pesar de ser
un miembro del jurado en el panel de los Grammy y de ser amigo de Marilyn
Manson, él sabe que aún no es muy reconocido fuera de Japón, y quiere serlo.
Quiere serlo y por eso está trabajando en ello. Pero si él llegase a obtener el
estrellato global genuino – del tipo “disfrutado” por Michael Jackson o Madonna
– ¿No perdería su habilidad para comprar helados otra vez?
“Bueno, eso es lo que estamos tratando de hacer”, contesta. “Estamos
tratando de perder eso. Me preocuparé de ello cuando suceda. No muchas personas
pueden hacer esto dos veces en su vida”.
Yoshiki ha opacado a sus compañeros de banda, al encontrar el éxito no solo
como artista solitario mientras X Japan estaba congelado sino también como
productor de bandas como Dir En Grey y como empresario. Ahora también tiene su
propia muñeca Hello Kitty (Hello Yoshikity), una tarjeta de crédito Visa y una
línea de kimonos (Yoshikimono) que debutó este año en la Asian Girls Explosion,
en colaboración con la Tokyo Girls Collection.
Parece que no le importa mucho que sea considerado un éxito de taquilla.
Cuando se le pregunta como hubiese reaccionado si su héroe de la infancia David
Bowie hubiese lanzado una muñeca Hello Kitty, Yoshiki responde con franqueza,
“Puede que lo hubiese odiado. Pero depende de cómo él lo hubiese hecho”.
Por supuesto, todo depende de la música y allí es donde la cuestión se pone
complicada. En enero de 2011, X Japan firmó un contrato de distribución
norteamericano con EMI y anunció su primer álbum desde “Dahlia” en 1996, el
primero de la banda que tuvo lanzamiento mundial. El single típicamente épico
de seis minutos “Jade” salió en junio (originalmente programado para el 15 de
marzo pero tuvo retrasos por el terremoto en el este de Japón el 11 de marzo),
adornando los iTunes Top 10 en varios países. El álbum, sin embargo, aún no se
ha materializado.
“Ya esta listo en un 99 por ciento, solo falta editar, mezclar y otras
cositas”, insiste Yoshiki. “Tendrá 10 canciones. Cerca del 50 por ciento vienen
de nuestros viejos hits y el otro 50 por ciento son canciones nuevas, y casi
todas son en inglés, incluso los viejos hits. Para que seamos internacionales
tenemos que cantar mayormente en inglés”.
Pueden perdonar a Yoshiki y compañía por tomarse su tiempo. Los fans ya han
esperado 15 años, así que ¿qué son unos pocos meses más? Es importante que éste
álbum quede bien porque la mayoría de la audiencia que intenta atrapar X Japan —
jóvenes americanos promedio — no tienen idea aún de quién es esta banda.
Ya sea que el género sea corriente en el Oeste o no, el visual-kei ya es
una fuerza global, con bandas como Dir En Grey y L’arc~en~Ciel arrastrando
grandes audiencias en el extranjero, y bandas locales que incluso se están
formando en otros países. Mientras X Japan estaba inactivo, Yoshiki prestó su
apoyo organizando conciertos en los Estados Unidos para ayudar a bandas de
visual-kei más jóvenes (la mayoría de las cuales están fuertemente
influenciadas por X Japan) para que ganaran fuerza allá.
Fue una sabia decisión, porque luego el catálogo de X Japan estaba
cosechando ventas a nivel mundial por asociación y cuando la banda regresó, ya
tenían nuevo público esperando por ellos.
"Sin bandas como Dir En Grey presentando al género visual-kei en el
extranjero, no se que hubiésemos hecho en este tour mundial”, admite Yoshiki. “De verdad que les tengo que agradecer”.
"Visual-kei significa libertad para expresarte. Muchas personas de la
industria nos odiaban (al comienzo), pero nosotros no hacemos música para
nuestra compañía. Hacemos música para nuestros fans”.
Al eludir las convenciones y las limitaciones de la música rock, Yoshiki y
sus compañeros no solamente han hecho sus millones: ellos han ayudado a remodelar
la percepción de la cultura pop japonesa que tenía Japón y el mundo entero. Nada mal para un montón de cuerpos maquillados,
¿verdad?
Traducción: X Japan Venezuela.
Créditos: Japan Times.
No hay comentarios:
Publicar un comentario